Esto es lo que necesito hacer para sentirme bien, porque me has abandonado, has querido irte y me has dejado tirada, esperando un buen final y esto es lo único que se hacer para aliviar mis heridas.
Tengo las puntas de los dedos destrozadas, me he mordido las uñas hasta acabar con ellas, y ya no me queda nada. Soy ceniza, simple polvo que se resbala entre tus dedos con la ayuda de tus labios al soplar.
Me he quedado helada con tu mirada de despedida, la mirada final, la que llevaba años esperando pero que ha llegado justo ahora, derrotándome y dejándome a merced de las circunstancias.
Escribo porque es lo único que se hacer cuando me encuentro mal, es lo único que quiero hacer cuando me duele el cuerpo. Quero hacértelo a ti, lentamente para que sientas cada letra sobre la piel, esa piel que huele tan bien y que con solo rozar con la yema de mis dedos solía ver erizarse, a mi paso, por mis dedos, por mi tacto.
Y es que resultó que sabes hacer daño si te lo propones, que la venganza es un plato frío que te cae derrepente y te llena el estómago de ira. Que la gratitud se paga a bofetadas y el tiempo demuestra como es cada uno, si encerrado al principio del camino, no has sabido verlo.
Y lloro de tristeza, porque me da pena perderte para siempre, no volver a verte, que no vuelvas a aparecer por mi ventana me llena de amargura, pero es que es algo inevitable. Me da pena saber que no volverás a escribirme esas historias que me hacian girar, las historias que me daban la vida y en las que tu ponías un interés especial, al ser yo tu personaje favorito.
Pero resulta, que como personaje de tu imaginación, no puedo existir si tu no quieres que lo haga, y ahora mismo, no quieres. Así pues, no me queda otra opción que irme y dejar que me olvides, ir borrándome lentamente de tu memoria, tan cargada con nuevas historias donde otros serán los protagonistas. Y es eso todo lo que me queda.
Me despido de ti cargada de amor, porque yo siempre te querré como te quiero hoy, en este minuto exacto en el que te hablo, porque el tiempo no va a pasar por mí y no voy a enevejecer, porque siempre seré lo que tu quisiste que fuera para ti, y eso no hay manera de borrarlo.
Tengo las puntas de los dedos destrozadas, me he mordido las uñas hasta acabar con ellas, y ya no me queda nada. Soy ceniza, simple polvo que se resbala entre tus dedos con la ayuda de tus labios al soplar.
Me he quedado helada con tu mirada de despedida, la mirada final, la que llevaba años esperando pero que ha llegado justo ahora, derrotándome y dejándome a merced de las circunstancias.
Escribo porque es lo único que se hacer cuando me encuentro mal, es lo único que quiero hacer cuando me duele el cuerpo. Quero hacértelo a ti, lentamente para que sientas cada letra sobre la piel, esa piel que huele tan bien y que con solo rozar con la yema de mis dedos solía ver erizarse, a mi paso, por mis dedos, por mi tacto.
Y es que resultó que sabes hacer daño si te lo propones, que la venganza es un plato frío que te cae derrepente y te llena el estómago de ira. Que la gratitud se paga a bofetadas y el tiempo demuestra como es cada uno, si encerrado al principio del camino, no has sabido verlo.
Y lloro de tristeza, porque me da pena perderte para siempre, no volver a verte, que no vuelvas a aparecer por mi ventana me llena de amargura, pero es que es algo inevitable. Me da pena saber que no volverás a escribirme esas historias que me hacian girar, las historias que me daban la vida y en las que tu ponías un interés especial, al ser yo tu personaje favorito.
Pero resulta, que como personaje de tu imaginación, no puedo existir si tu no quieres que lo haga, y ahora mismo, no quieres. Así pues, no me queda otra opción que irme y dejar que me olvides, ir borrándome lentamente de tu memoria, tan cargada con nuevas historias donde otros serán los protagonistas. Y es eso todo lo que me queda.
Me despido de ti cargada de amor, porque yo siempre te querré como te quiero hoy, en este minuto exacto en el que te hablo, porque el tiempo no va a pasar por mí y no voy a enevejecer, porque siempre seré lo que tu quisiste que fuera para ti, y eso no hay manera de borrarlo.
2 comentarios:
Es tan real,
tan certero...
Tu que no eres clara, yo que me enredo; precisa y preciosa escena de mil colores.
Telón cerrado.
Hoy estoy aquí para robarme todas tus palabras y merecerlas en el alma.
Limpiar el dolor con un mis dedos destrozados por negarte.
;)
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