Hay guerra. El dolor hace heridas físicas. El terreno era yermo hasta ayer. La imaginación ha creado un ejército que destruye. El paso brusco y sucio, manchado de cambios, del estado pacífico a la guerra incontenible.
En el interior los anticuerpos. Las defensas bajas, algo empieza a comerse el cuerpo. Cada mordisco es un punto morado a flor de piel. Miles de moratones cubren el cuerpo.