Fue casi al comenzar

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domingo, agosto 26, 2007

Myself

Respiración. Silencio. Respiración. Silencio. Respiración…

Ahora que has vuelto, y que estas aquí sentada, muy cerca de mi, que casi puedo oler tu respiración, y escuchar el movimiento de tu pelo. Ahora que desde esta mínima distancia, soy capaz de leer cada arruga de tus labios. Ahora, mas mayor, crecida, superviviente, permíteme que te recuerde lo que acordamos.

Dijimos, pensamos y juramos no dejarnos comer .No comernos.
Sentir las cosas con paciencia, según van llegando, dejando que entren, que se paseen, y que después, usadas, se marchen.
Pensar siempre iluminadas, y dejar que esa luz del pensamiento nos ilumine.
Extendernos, por el mundo, sin miedo, como una plaga. Entrar en cada una de las casas del planeta, aspirar su aroma, nutrirse de su energía, y dejarlas atrás.

Prometimos no llorar, no gritar, no estar asustadas, y no sentir dolor. Fue una promesa firme.
Escribimos cientos de notas con las propuestas para una vida mejor, y las quemamos, todas, en un fuego tenue que iluminaba la habitación, con luz roja.

Escuchamos cada crítica, la asumimos, la masticamos, la tragamos, la deglutimos, y finalmente, la vomitamos.

Después de hacer estas cosas, después de esa noche tormentosa en la que decidimos empezar a vivir, todo empezó a marchar bien aquí dentro. Las cosas estaban limpias, claras y eran puras.

Por eso, ahora que volvemos a vernos, ahora que sabes que todas esas cosas tienen que hacerse, ahora, es el momento de que nos las comamos, para que así, estén dentro para siempre, y nada consiga hacernos olvidarlas.

Te invito, empecemos ahora.